6 de octubre de 2010

que nada te quite el sueño

No te agobies demasiado si por esas cosas de la vida hoy tu ánimo ha sido pésimo y a más de alguien le has fastidiado sin haber tenido nada que ver, que luego tu consciencia al rato te pasara factura y los remordimientos son la cuota perfecta de agobio.
Hace año y medio que me inicie en la psicología y fue nada más ni nada menos que con un curso muy bueno de inteligencia emocional. Me dejo con gusto a poco ese texto, porque hasta ese entonces me estaba enseñando cual era mi problema y la solución a este.
No solo era un texto cualquiera que te dice, que eres un maldito hijo de tu madre, que tu vida va por el culo y que más encima nadie nos ayuda. Te lo señalaba pero junto con esto, te explicaba muy bien los motivos y la forma práctica de acabar con las “malas emociones”.

Hay gente que se preocupa demasiado de problemas que no están a nuestro alcance, que nosotros no los hemos provocado, pero lamentablemente nos pasan a rosar.
Otro libro que leí me enseño mucho sobre el arte de echarte la culpa y aunque en tu mente están constantemente las frases “lo pude haber hecho mucho mejor” te haces responsable en gran medida de los problemas que puedas tener.

Es cierto que hay días en que basta que algo salga mal y esto se junte con otro hecho. Para que comience en ti a hurgar la “termita del mal”. Y ya esto desencadena emociones desagradables y difíciles de entender y controlar.
El principal problema es que somos unos malos agradecidos a menos que me equivoque y tu lector tengas una sonrisa de oreja a oreja por estar vivo. Pero si es algo tan básico tener vida, como no nos cuesta, ni nunca luchamos por ella. Pierde gran valor.

Aunque esta frase es muy buena y dice así “la muerte esta tan segura de que nos alcanzara que nos da toda una vida para escarpar”… para escapar, para disfrutar, para ser conscientes de donde TU estas ahora.
No te preocupes no me hagas caso, no entenderás ahora hasta que sientas dichas emociones, ni yo tampoco lo entenderé de la misma forma que ahora lo expreso. Y es así la consciencia viene de la mano con la experiencia.
No te preocupes y te lo repito nuevamente, porque quiero que hagas memoria y recuerdes tu última depresión o gran tristeza que has tenido que vivir y superar. ¿La puedes recordar? ¿La visualizas? ¿Recuerdas lo que sentías y pensabas en esos momentos? Recuerdas que te sentías tan sumergido (a) en esas emociones, pues eran tu presente y por esta razón a veces se nos nubla la posibilidad de pensar que el tiempo avanza y no siempre estamos igual, somos dinámicos. ¿Quién sabe donde estarás en 20 años más? Solo tu imaginación puede esbozar el futuro.

La tristeza ya paso, quedo solo en tu memoria y junto a esto aquellas emociones de dolor, culpa, desorientación, se han ido destiñendo, han perdido color y fuerza. Que mejor que darle tiempo a los problemas que han pasado y de nuestras manos ya han marchado.
Pero esta visión de los problemas no siempre sirve. Porque yo cargaba con uno muy grande, que es ser tímida obviamente no podía quedarme marcando el paso y darle tiempo a la timidez. Porque hay cuestiones que no dependen de tiempo, sino de madurez.

Solamente te puedo decir que recuerdes, cuando te sientas agobiado no intentes por nada del mundo solucionarlo con mas agobio o soluciones mediocres como beber que es igual a escapar. Soluciónalo con calma y con una toma de buenas medidas.
Ahora bien, cuando te equivoques solo sigue estas tres letras; O.D.A.
O = otorgar.
D = disculpase.
A = actuar.

Pauly.

No hay comentarios: