19 de diciembre de 2010

Valora lo que tienes

A las 3 de la madrugada de anoche, caminaba hacia mi casa cuando tuve un cumulo de pensamientos estilo filosóficos, vi un auto estacionado fuera de una casa que parecía mansión. Venia pensado lo feliz que seria yo con un sencillo autito y así poder salir y conducir por la cuidad de noche, manejar sin rumbo, con música bien fuerte y andar simplemente por las calles vacías y con un cielo estrellado. Eso me hizo ilusionarme tanto como cuando planeamos un viaje a un lugar que amas, como el Caribe, punta cana, las pirámides de Egipto, o cualquier lugar que nos fascine. Saber que esa persona o familia, tenia hay su auto abandonado, fuera, prestándole 0 atención, dando 0 nada de agradecimientos, por esos lujos. Me hizo pensar.

Pero la verdad es que yo no tengo auto, ni tampoco la posibilidad de viajar a ningún lugar como los mencionados. Pero el pensamiento no llega hasta ahí. Además que si me hubiese quedado hasta hay lloriqueando por no tener auto, la verdad me daría bastante vergüenza de mi misma. Así que continúe y todo lo demás fluyo súper sencillo.
Imaginemos a una persona de cualquier lugar del mundo, ya sea áfrica o incluso en esta misma cuidad hay gente muy pobre como en áfrica, que solo beben alcohol y vagan por las calles. Hoy conocí a un caballero con sida, tuve una compañera con muchas discapacidades físicas, como por ejemplo no poder caminar nunca más en su vida, y sin duda muchas más gente que me queda por conocer y saber que ellos no corren con mi o tu suerte. De solo imaginarme a mi estando en una cama todos los días enferma o sin poder ver los colores, naturaleza y a la gente. Me provoca una emoción que me incentiva a DISFRUTAR de mi genial vida.

¿Tú no tienes una genial vida? Te apuesto la mía, a que si la tienes. Pero siempre estamos pensando mal. Y eso nos hace acostumbrarnos a lo que tenemos.
De esto se desprende una paradoja o más bien un suceso muy curioso que nos sucede a todos y pon mucha atención, yo en esos momentos critique mucho a aquella persona que no apreciaba su auto, pero al final de cuentas hago lo mismo cada día cuando no le doy valor a cosas “sencillas” para mi y te podría hacer una lista gigante: tener piernas y poder salir a caminar o correr, tener ojos y visión, una familia, casa, comida, un buen país donde tengo derechos, y un largo etcétera.

Estas son cosas sencillas para mi y quizás para ti lo sean de igual forma, nadie nunca les da importancia, pero si hay más de alguien que se llenaría de tanta ilusión y felicidad, eso que se nos manifiesta de repente como mariposas en el estomago y una sonrisa que nos transforma la cara.
Porque si otras personas estarían feliz con lo que yo tengo y no les doy importancia ¿Por qué yo no puedo?
Conclusión: Te fijas que solemos envidiar cosas ajenas, teniendo las nuestras, y estas cosas nuestras son envidiadas por otros, que también tienen las suyas.

Esta reflexión, me hace cada día valorar mucho más las cosas que tengo, no quiero que lo confundas con quedarte estancado en el mismo lugar en que has pasado los últimos años mirando como el mundo surge ¿y tu?
Lucha como una bestia para que desde hoy tu vida cambie y sonrías, con poder comer, vivir y desarrollarte.

Que seas feliz

2 comentarios:

Darad dijo...

Holaaaa Pauly... Muchas veces he envidiado a los pobres... quizas porque ellos siempre la pasaban en familia y yo a veces no.
Bueno y con respecto de luchar como bestia para vivir,comer y desarrollarte.

Mas me gusta lo segundo jajaa...

Un abrazo Pau desde Peru.

The Present.

pauly dijo...

Holas the presente.. gracia portu coment...
Pero no hay nada que envidiar a nadie.

para ti igual un abrazo pe.

sonrie amigo :D